viernes, 6 de diciembre de 2013

El “ubuntu” como una narrativa africana para el desarrollo.



Albert Kasanda, PhD
Doctor y licenciado en Filosofía. Forma parte del Centro de Estudios Africanos y de Investigaciones - Congo
La problemática del desarrollo de África es un tema complejo, en el que están concentrados los problemas de la dependencia financiera del continente, la extraversión del sistema económico, la desarticulación de las economías nacionales, así como también la subordinación de las élites africanas a los intereses extranjeros. En términos concretos, se refiere a las promesas incumplidas de los líderes políticos, las esperanzas decepcionadas del pueblo, el dictado de las potencias mundiales y las falacias de las instituciones financieras internacionales.
El último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) respecto al índice del desarrollo humano (IDH) confirma lo siguiente: África es la única región del mundo en la que menos progreso se ha registrado en los últimos años en referencia a la satisfacción de la necesidades básicas de las poblaciones: agua potable, alimentación, alojamiento, salud, educación, esperanza de vida, etc. Sucede que dos terceras partes del grupo de los países menos avanzados en el mundo, y también los diez últimos países del mismo grupo, son países africanos (PNUD 2013). 
Es una situación preocupante, ya que millones de seres humanos se están hundiendo cada día en una espantosa y deshumanizante miseria. ¿Cuáles son las causas y los mecanismos de este  estancamiento? Para algunos teóricos, el estancamiento de África radica en la falta de recursos económicos y tecnológicos; es decir, la pobreza es el obstáculo mayor para el desarrollo del continente. Para otros, dicho estancamiento se debe al anacronismo y a la inmovilidad de las culturas negroafricanas; en otras palabras, las culturas negras son las que tienen la culpa de ser incompatibles con la modernidad. Para otros analistas, el subdesarrollo de dicho continente es la consecuencia lógica de la inserción de África en el sistema económico global vigente; o sea, tal estancamiento se origina en las estructuras económicas y financieras mundiales, para quienes África no cuenta más que como fuente de materia prima.
El presente análisis intenta dos cosas: primero, recordar brevemente las interpretaciones de desarrollo que acabamos de sugerir; segundo, explorar los valores humanos subyacentes al concepto de “ubuntu, en cuanto intento de nueva narrativa del “ buen vivir ”. Para ello, estructuramos nuestra reflexión en tres partes: primero, damos a conocer el contexto social, político e ideológico desde el cual se plantea la problemática del desarrollo en África. Segundo, exploramos las tres concepciones evocadas de desarrollo. Tercero, planteamos la filosofía del “ubuntu” como una otra perspectiva posible en la búsqueda de nuevas narrativas para el desarrollo.

La palabra “ubuntu” en el contexto social y político de África del Sur
 
La palabra “ubuntu” se pone en auge en el contexto de la lucha contra el régimen racista (el apartheid) que reinó en Suráfrica durante más de 40 años. Fue durante la transición hacia la democracia que, para liberarse de las divisiones y heridas del pasado, se utilizó el concepto de “ubuntu”, poniendo en evidencia sus virtudes políticas, morales y sociales. En el emblemático marco de este proceso, ha sido el valioso trabajo realizado por la “Comisión Verdad y Reconciliación” (Truth, Reconciliation Commission), que fue presidida por el obispo anglicano D. Tutu. Esta Comisión se constituyó como un verdadero espacio de exorcismo de la sociedad surafricana: mediante esta estructura, muchas de las víctimas del apartheid y también sus verdugos expresaron su “ubuntu”, o sea, su capacidad de trascender las heridas y el odio del pasado, perdonarse los unos a los otros y promover, así, un “otro concepto posible de justicia”. Testigo de esta experiencia histórica, el filósofo francés, J. Derrida, observa lo siguiente: “La palabra abantu (…) es la que se utilizó en el discurso oficial, al acabarse el apartheid, para traducir la misión de la Comisión Verdad y Reconciliación, para traducir la reconciliación misma (…) [para] asegurar las condiciones necesarias para sobrepasar las divisiones y los conflictos del pasado que habían engendrado violaciones brutales de los derechos humanos y dejado “una herencia de odio, de miedo, de culpabilidad y de venganza”. Esta herencia debe ahora ser tratada desde “la necesidad de comprensión y no de venganza, la necesidad de reparación y no de represalias, la necesidad de ubuntu (…) y no de victimización”. (Derrida 2004: 116-117).


Para seguir leyendo más acerca de este articulo de Albert Kasanda, que es muy interesante ya que nos habla dandonos su punto de visto de algunas percepciones y experiencias del desarrollo y subdesarrollo en Africa, aparte de hablarnos de la filosofia de "ubuntu" como narrativa para el desarrollo, podeis meteron en el siguiente enlace y leerlo alli.  http://www.dialogue4change.org/article/view/83/

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